lunes, 26 de mayo de 2008

Cuentos 2008, realismo maravilloso- 3









El hechizo equivocado

La pila de cuerpos yacía inmóvil cerca de su asesino. Con una sola bala alcanzó para acabar con todos. Una sola. Tal como lo había visto ya en su visión, cómo todo acabaría. Sufriendo un incendio en su interior, vio cómo las llamas comenzaban a surgir sobre su remera, la cual se sacó luego de haber extinguido las llamas de furia y tristeza en su ser.

Había matado a todos, toda su familia y amigos. Ya no quedaba nadie a su lado, solo su conciencia la cual lo hacía lentamente por dentro. Sufría de un gran remordimiento, pero según su visión, la cual lo había guiado a hacer esto, era lo correcto. O al menos eso fue lo que le pareció entender. Ahora lo único que pasaba por su mente eran los momentos felices que había pasado con sus seres queridos. Tenía el deseo de revivirlos y sabía que había una sola forma de hacerlo, debía recurrir a Mme. Grand Remè.

Cruzó toda la ciudad en cuestión de segundos y llegó frente a una vitrina llena de cabezas reducidas y todo tipo de artilugios tenebrosos, pero esto a él no le causaba impresión, ya que no era la primera vez que visitaba ese lugar, ya que había estado allí para el último cumpleaños de la Gran Mambo, el número 150 y, ya que después de todo era su abuela. Al entrar a la tienda, una voz profunda pregunta:

- ¿Quién se atreve a irrumpir en la sagrada tienda de Mme. Grand Remè?

- Oh, toda poderosa hechicera, soy yo, tu nieto el que se presenta ante ti. Necesito tu inmediata ayuda.

- Ya lo sé. Las cartas me predijeron que habría un momento de obscuridad y muerte en nuestra familia. Solo por ser tú te ayudaré.

- Gracias, mi preciada mambo.

La bruja, que había surgido de las tinieblas, a pesar de su edad, seguía pareciendo joven a la vista. Sus cabellos, largos hasta su cintura, estaban totalmente enmarañados lo cual le daba un aspecto más salvaje, parecía que hubiese estado en una pelea, sin embargo no presentaba ningún tipo de magulladura ni rasguño. A pesar de no ser tan bella, sus ojos, que reflejaban una fogosidad y juventud jamás antes vistas, podrían incendiar a una persona con una sola mirada. No era muy alta y su nariz, pequeña y respingada, estaba coronada por una verruga.

Observando atentamente hacia su biblioteca, Mme. Grand Remè tomó un libro, de apariencia centenaria, por su tapa raída y sus amarillentas hojas. Al abrirlo, un desgarrador grito inundó el cuarto, seguido por una enorme nube de polvo rojo, color sangre.

- Este libro ha estado en nuestra familia por años, y en él están escritos los hechizos más tenebrosos de nuestros antepasados y si mal no lo recuerdo, algún hechizo de resucitación hay en él.

Concentrada, la vieja mambo observaba meticulosamente cada hechizo, hasta que en una de las últimas páginas le señaló a su nieto un viejo conjuro de magia negra.

- Este es, este lo traerá de vuelta.

- Gracias, mi grandiosa mambo.

Álvaro estaba decido a ejecutar la brujería, y para eso, se dirigió al cementerio donde estaban enterrados sus allegados. Tal como lo decía el libro, tomó un puñado de tierra de cada tumba, pinchándose el dedo dejo caer una gota de sangre sobre cada montaña de tierra junto con un puñado de pólvora. Sin aviso previo, el suelo comenzó a temblar, lápidas cayeron acá y allá. Álvaro, a pesar de imaginarse que algo parecido ocurriría, había sucumbido al miedo. Rápidamente se alejó de las tumbas, ya que de ellas habían empezado a surgir las extremidades de cuerpos humanos. Cuando los observó bien, se dio cuenta de que tenían la vista perdida en el horizonte, los ojos totalmente blancos y lo único que se les podía escuchar eran unos gruñidos casi imperceptibles. Corrió desesperado hacia lo de su abuela y allí la encontró esbozando una sonrisa.

- ¡Abuela, su hechizo convirtió a mi familia en zombis!

- Álvaro, dijiste que querías revivir a tu familia. Nunca a qué precio.

2 comentarios:

Marina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marina dijo...

Comentario del cuento:
La historia es entretenida y tiene un final inesperado ya que lo que el lector espera es la resurreccion de la familia en forma de personas y no de zombies. El unico inonveniente es que no queda claro la vision del personaje,cuando la tiene y como, aunque el resultado es más que claro.
Nos parece que este cuento se merece un 8,5 por su originalidad y buena representacion de la imagen en un relato.